#ElHambreQueDevora

Si no hacemos nada el hambre devorará el futuro de Wilma, Ndieme... ¡Conoce su historia!

La falta de alimentación adecuada provoca graves enfermedades, migraciones, conflictos... y en los casos más extremos la muerte.

¡No podemos permitirlo!

¡Frena #ElHambreQueDevora!

Devoramos compulsivamente recursos naturales para producir inmensas cantidades de comida que no somos capaces de consumir. Permitimos que nuestro Planeta sea consumido bocado a bocado, desperdiciando 1/3 de todos los alimentos que producimos mundialmente, agotando agua, tierra y aire limpio.
Sin embargo, cada año más personas acaban siendo devoradas por el hambre.

Antes de la guerra de Ucrania se preveía que 840 millones de personas pasaran hambre en 2030. Desde mediados de 2020 hasta ahora, debido a la pandemia y a la guerra de Ucrania, los precios globales han aumentado un 75%, provocando inseguridad alimentaria aguda a casi 283 millones de personas de 81 países y dejando a otros 45 millones de personas al borde de la hambruna.

El hambre devora futuro, ilusiones, agua, tierra y vidas...​ ¡Conoce la historia de Wilma y de Ndieme!

relatos en primera persona

BOLIVIA

Wilma Mendoza, presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia, explica cómo ha impactado el cambio climático en sus territorios y en la alimentación de los pueblos indígenas:
«En el último año hemos observado cómo nuestros medios de vida se han ido perdiendo. Esto nos ha obligado a tener que salir de nuestras comunidades, mayoritariamente a los hombres, lo que provoca que las mujeres tengamos que quedarnos al frente de las familias, con recursos naturales muy erosionados y casi sin producción»
Ndieme Ndong habita la isla Mar Lodj, en la región de Fatick, Senegal, que se ha visto afectada por el continuo avance del nivel del mar y la salinización de las tierras cultivables como consecuencia del cambio climático. Ndieme Ndong nos relata el impacto en su alimentación y en sus medios de vida.
«Ese fenómeno ha alterado completamente nuestra vida y ha perjudicado nuestra economía. Las mujeres sufrimos los efectos, pero sobre todo son los jóvenes quienes lo sufren, que se ven obligados a abandonar el pueblo para buscar un futuro mejor…»

Tu colaboración hace posible que personas como Wilma y Ndiem puedan restablecer sus ingresos y acceder a la alimentación que ellas y sus familias necesitan.


También puedes colaborar difundiendo la campaña.
¡Sé activista contra el hambre!

ENRAÍZA DERECHOS TRABAJA PARA REDUCIR EL HAMBRE

  • Promovemos una alimentación suficiente, saludable, sostenible y justa, junto a las organizaciones campesinas de Mozambique, Bolivia, Perú y Senegal.
  • Combatimos #ElHambreQueDevora con programas de alimentación complementaria escolar en Bolivia y de lucha contra la desnutrición crónica infantil en Mozambique.
  • Apoyamos emprendimientos productivos de mujeres campesinas de Mozambique y Senegal para la generación de ingresos y la transformación de productos para ser consumidos en tiempos de escasez.
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