El 26 de mayo se puso el broche de oro a un trabajo de casi 5 años orientado a promocionar y defender el derecho de mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas a una vida libre de violencia en Perú, que se ha realizado de manera conjunta entre organizaciones peruanas y españolas.
“Vivir sin Miedo es nuestro derecho” ha sido el lema bajo el que se ha amparado todo un trabajo de transformación de patrones socioculturales que contribuyen a perpetuar relaciones desiguales entre mujeres y hombres. Este proyecto, desarrollado en Lima y Cusco, ha tenido como objetivo desmentir y desmitificar las supuestas diferencias entre ambos géneros que justifican, legitiman y exacerban las violencias contra las mujeres.
Para ello, las organizaciones peruanas Demus y Kallpa han colaborado estrechamente con la Red de Mujeres Organizadas de Carabayllo (Lima) y la Red Kuskalla de Acomayo. En su quehacer, han contado con el apoyo de las entidades españolas Entrepueblos, Enraíza Derechos y AIETI y el financiamiento de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
“Las mujeres nos dimos cuenta de que para frenar la violencia era necesario hablarlo, intercambiar nuestras vivencias y organizarnos en espacios seguros para aprender y defender nuestros derechos, sobre todo en contextos de crisis donde el impacto de la violencia es más fuerte”.
Participante del proyecto en Carabayllo
La violencia en cifras
A principios de mayo, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables daba a conocer que se han registrado 58 feminicidios en Perú en los primeros cuatro meses del año (una mujer asesinada cada dos días). La Defensoría del Pueblo reportó, solo en abril de este año, 191 desapariciones de mujeres adultas y 238 desapariciones de niñas y adolescentes. Por su parte, los Centros de Emergencia Mujer (CEM) han atendido en lo que va de año 52.409 casos de víctimas de violencia.
Teniendo en cuenta este contexto, el trabajo que se ha llevado a cabo tenía como objetivo el empoderamiento de la población femenina, así como de sus organizaciones, el fortalecimiento de las autoridades involucradas en la implementación y cumplimiento de los derechos de las mujeres y la transformación de una cultura que naturaliza la violencia.
Artivismo contra la violencia machista
Uno de los hitos de este trabajo de largo recorrido ha sido el lanzamiento y difusión de diversas composiciones musicales como “Mujer Montaña”, y “Juntas”. Este último fue ideado en el año de 2022 de manera colectiva como un grito de rebeldía lanzado por las adolescentes del colegio José María Arguedas de Carabayllo y conducido por la cantante Naysha.