Desde el mes de marzo un grupo de organizaciones y activistas preocupados por el desperdicio de alimentos venimos trabajando para acompañar la gestación de una ley que ponga freno a un problema de enormes dimensiones que contribuye al cambio climático, supone importantes pérdidas económicas y se convierte en una dramática paradoja cuando 828 millones de personas padecen hambre.
Hemos celebrado muchas reuniones, publicado artículos y puesto en marcha un foro de sociedad civil en el que participaron representantes del Gobierno central y del Gobierno Vasco, asociaciones de consumidores y supermercados, etc. para dialogar y llegar a puntos en común que quedaran reflejados en la futura ley.
El pasado 7 de junio se aprobó el proyecto de ley por consejo de Ministros, iniciándose el trámite parlamentario que supone el último paso antes de la aprobación. Como hemos venido diciendo quedan elementos importantes a resolver para contar con un instrumento verdaderamente transformador que vaya a la raíz del problema: la prevención del desperdicio alimentario en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria.
Por eso, ponemos en marcha el colectivo y la campaña #LeySinDesperdicio!
10 puntos para una #LeySinDesperdicio:
- ¡Mejor prevenir que curar! Y en cuestión de desperdicio alimentario más. Debemos cambiar la lógica: producir lo necesario para evitar desperdiciar y no tener que gestionar las pérdidas.
- No podemos solucionar lo que no conocemos. Es imprescindible medir el desperdicio en todas las fases de la cadena alimentaria: desde el campo a la mesa. Con metodología adecuada a cada uno de los actores y recursos necesarios para poder evaluar a futuro.
- Necesitamos medir cuánto, pero también CÓMO se desperdicia, para adecuar las soluciones a cada situación.
- La rebusca o espigueo en los campos de cultivo es un mecanismo que reduce el desperdicio y ayuda a cuantificar las pérdidas en la fase de producción.
- Una ley es más efectiva cuanto menos espacio deje a la interpretación. Por eso, necesitamos precisar las definiciones clave de manera objetiva: desperdicio, pérdida, etc
- La medición de las pérdidas y el desperdicio alimentario debe ser una acción obligatoria y no voluntaria para todas las entidades / empresas de la cadena.
- Es importante que la ley recoja las sanciones necesarias para evitar la tentación de esquivar el principal objetivo de la ley: reducir el desperdicio alimentario en todas las fases. Junto a las sanciones es crucial incluir acciones pedagógicas y medidas que faciliten el cumplimiento.
- La administración debe jugar un papel importante de vigilancia en el cumplimiento de la ley.
- Creemos que la ley debe marcar plazos para su desarrollo y los instrumentos necesarios para su puesta en marcha, como el Plan Estratégico, el Plan de Control, las guías propuestas, etc.
- Incluir la creación de un espacio de participación, decisión y acompañamiento en el que estén todos los actores involucrados, incluida la sociedad civil, para el cumplimiento de la ley.
Integramos el colectivo #LeySinDesperdicio:
- Bruscas, Manuel - iniciativa ”Los tomates de verdad son feos”
- Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios-CECU
- Despilfarroalimentario.org
- E.I. ES IM-PERFECT FOOD S.L.
- Enraíza Derechos
- Fundació Espigoladors
- Fundació Banc de Recursos
- Plataforma Aprofitem els Aliments
- Pont Alimentari
- Red Alimenta
- ReZero
- Romero, Cristina - iniciativa ”No al despilfarro de alimentos en comedores escolares"
- Stella, Carlo
- WWF
Entidades y personas adheridas:
- Andròmines
- BarcelonActua
- Cátedra Tierra Ciudadana - U. Politècnica València
- Fundación Aspronis
- Fundación Áurea
- Fundación Comtal
- Fundación Egueiro
- Fundació Formació i Treball
- Hospital Germans Trias i Pujol
- Mensa Cívica
- Per L’Horta
