El 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales y nos brinda la oportunidad de celebrar la conexión vital entre estos ecosistemas y el bienestar humano, pues nos proporcionan agua dulce y alimentos y son el sustento de más de mil millones de personas en todo el mundo.
Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada. Dentro de los humedales continentales nos encontramos con las marismas, lagos, ríos, llanuras de inundación, turberas y pantanos; los humedales costeros están compuestos por marismas de agua salada, estuarios, manglares, lagunas y arrecifes de coral; y los humedales artificiales por estanques piscícolas, arrozales y salinas.
Son reservorios de biodiversidad, ya que mejoran la calidad del agua, almacenan carbono y protegen contra inundaciones y sequías. Sin embargo, los humedales están disminuyendo rápidamente debido al impacto humano. A medida que crecen las ciudades y aumenta la demanda de suelo, se tiende a invadir los humedales, que están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. También se ven dañados por la crisis climática y por el aumento de la pérdida de biodiversidad, intensificando así la crisis del agua y amenazando la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia.
Necesitamos prácticas agrícolas más respetuosas
Las prácticas agrícolas insostenibles son una de las principales causas de pérdida de humedales por drenaje y relleno. Muchos humedales, sobre todo los cercanos a las ciudades, también han sido contaminados por actividades humanas y recientemente se han degradado aún más por la contaminación plástica, lo que agrava la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y la contaminación que, como sabemos, tiene un efecto directo en la salud humana.
Necesitamos humedales sanos para nuestro planeta y para nuestro bienestar. Necesitamos aunar esfuerzos para proteger, conservar y restaurar estos maravillosos ecosistemas ampliando e invirtiendo en la transformación de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles. Solo así podremos lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todas las personas.
Los humedales son fundamentales para nuestro bienestar, suministrando agua limpia, sirviendo de fuente de alimentos o protegiéndonos de fenómenos meteorológicos extremos. Nuestra salud depende de la salud de los humedales.
Imagen de Herbert Aust en Pixabay