Casi el 35% de los polinizadores invertebrados como las abejas y alrededor del 17% de los vertebrados, como los murciélagos, están en peligro de extinción a nivel mundial.
Desde hace tiempo la población de abejas va mermando, debido principalmente a la acción humana. La situación es preocupante: casi el 35% de los polinizadores invertebrados (sobre todo abejas y mariposas) y alrededor del 17% de los polinizadores vertebrados (como los murciélagos) están en peligro de extinción a nivel mundial.
Son varios los factores que amenazan las poblaciones de abejas en el mundo. Entre los más conocidos los pesticidas y las prácticas agrícolas intensivas de monocultivos, que reducen los nutrientes y las exponen a sustancias químicas perjudiciales debilitando sus sistemas inmunológicos; las temperaturas cada vez más altas, asociadas al cambio climático, y la acción de insectos invasores, enfermedades y plagas.
La importancia de los polinizadores
Las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los colibrís, los murciélagos, permiten la reproducción de muchas plantas, incluidos los cultivos para alimentación. La gran mayoría de las especies de plantas con flores producen semillas solo si los animales polinizadores transportan el polen desde las antenas hasta los estigmas de las flores. Sin este trabajo, desaparecerían muchas especies, por eso son indispensables para la conservación de la biodiversidad.
Por ello, para una producción óptima de los cultivos se requiere un conjunto diverso de polinizadores, con diferentes características y distintas reacciones a las condiciones ambientales. De esta manera nos aseguramos de minimizar los riesgos del cambio climático y tener una alimentación lo más variada y nutritiva posible.
Día Mundial de las Abejas
El Día Mundial de las Abejas se celebra el 20 de mayo y en 2023 el lema es: “Compromiso con las abejas: por una producción agrícola respetuosa de los polinizadores”. ¿Por qué? Porque cuando la polinización cae, la alimentación se ve inmediatamente afectada.
Para evitar que muchos de los cultivos de frutas, hortalizas y frutos secos desparezcan y acaben siendo sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las patatas, necesitamos a las abejas y demás polinizadores. Así evitaremos que nuestra alimentación se vuelva cada vez más pobre y desequilibrada.
Necesitamos detener la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, para reducir el hambre en el mundo y contribuir al derecho humano a la alimentación. Debemos fomentar una producción agroecológica que respete y proteja a las abejas.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Cada persona en nuestro día a día:
- Cultiva una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
- Compra miel sin refinar a los agricultores de tu zona.
- Compra productos a agricultores que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles.
- Protege las colonias de abejas silvestres.
- Apadrina una colmena.
- Deja un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
- Ayúdalos a mantener los ecosistemas forestales.
- ¡Crea conciencia sobre su situación, comparte esta información en tus círculos y redes sociales. El declive en el número de abejas nos afecta a todos!
Los apilcutores y agricultores pueden:
- Reservar algunas zonas como hábitat natural.
- Crear barreras vegetales.
- Reducir o modificar el uso de pesticidas.
- Respetar los lugares de anidación.
- Sembrar atractivos de cultivo alrededor del campo.
Los gobiernos y los responsables de elaborar estrategias deben:
- Fomentar la participación, el intercambio de conocimientos y empoderamiento de los pueblos rurales e indígenas, así como de las comunidades locales.
- Aplicar medidas estratégicas, incluidos incentivos económicos para promover el cambio.
- Incrementar la colaboración entre organizaciones nacionales e internacionales, instituciones académicas y redes de investigación para gestionar, investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización.
Foto de Boris Smokrovic en Unsplash
