Agricultura ecológica: ¿Qué la distingue de la convencional?

El modelo agroindustrial ha supuesto un aumento notable de la producción de alimentos, pero también ha ocasionado un impacto ecológico muy negativo. Alternativas como la agricultura ecológica, la agroecología o la agricultura familiar surgen como respuesta a este modelo. Te contamos en qué consisten y cómo pueden contribuir a una producción de alimentos más sostenible.

La agricultura convencional: un poco de contexto

En la década de los años 40, los Estados Unidos impulsaron, junto a la Fundación Rockefeller la Revolución Verde: un proceso de modernización agrícola que fue justificado con la lucha contra el hambre. Este proceso se basaba en:

  • La mecanización de la explotación agraria
  • La selección genética de nuevas variedades de cultivo de alto rendimiento
  • La explotación intensiva permitida por el riego
  • El uso masivo de agroquímicos (fertilizantes químicos, pesticidas, herbicidas, etc.).

A lo largo de cuatro décadas, este modelo agroindustrial consiguió un aumento importante de la producción. Sin embargo, también ha traído un impacto ecológico muy negativo: la contaminación de aguas por el uso excesivo de abonos nitrogenados, la degradación de los suelos, la pérdida de biodiversidad, la generación de emisiones…

Y además, a pesar del incremento de la producción, los problemas de inseguridad alimentaria en el mundo no se han resuelto.

La agricultura ecológica como respuesta

Frente a este modelo, hay otros que sí tienen en cuenta la sostenibilidad. Entre los más conocidos podemos encontrar la agricultura orgánica, la agricultura ecológica y la agroecología. En todos ellos existe una preocupación por el medio ambiente y contemplan la opción de no utilizar agroquímicos, sin embargo, hay diferencias entre sí.

Agricultura ecológica u orgánica

Los dos conceptos significan lo mismo. La agricultura ecológica es un sistema que apuesta por una producción de alimentos libre de sustancias químicas. Esta queda acreditada a través de distintas prácticas, como por ejemplo:

  • Pasando por distintos procesos de certificación (nacionales e internacionales)
  • Cumpliendo con normas de producción ecológica para acreditar que la finca lleva un período mínimo libre de agroquímicos
  • Según el tipo de semillas y material vegetal utilizado
  • Según el tipo de fertilización de suelos empleado
  • Dependiendo de cómo se recicla la materia orgánica
  • Qué métodos de control de enfermedades, plagas y malezas utilizan
  • Si utilizan de manera adecuada los recursos hídricos, etc.

Estos procesos de certificación suelen ser complejos y costosos, por lo que es posible que los pequeños productores se vean excluidos de este tipo de procesos. Además, la agricultura ecológica sigue teniendo un enfoque orientado al mercado, donde el productor acredita que su producción sigue unas normas y donde el comprador tiene la garantía de que estas se cumplen.

Recogiendo productos de agricultura ecológica

Agroecología

La agroecología es una disciplina que aplica la ciencia ecológica al estudio, diseño y gestión de un ecosistema agrícola sostenible. Lo hace buscando mejorar la forma en la que se utilizan los recursos y se producen los alimentos, imitando los procesos naturales y creando sinergias e interacciones biológicas entre los distintos elementos que hay en ese sistema.

Su objetivo es optimizar las interacciones que hay entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio ambiente. Se apoya en el conocimiento generado por agricultura tradicional, local y familiar y lo complementa con los conocimientos modernos de la ecología. Así, da forma a una agricultura que respeta el medio ambiente y que, además, es viable a nivel productivo y económico.

Tiene un punto de vista multidisciplinar de los ciclos naturales, los procesos biológicos y las relaciones socioeconómicas. Ve estos como un todo y se preocupa de entender las distintas formas de dependencia que el funcionamiento actual de la política, la economía y la sociedad genera sobre los agricultores.

Huerta agroecológica

Agricultura familiar y campesina

La agricultura familiar abarca todas las actividades relacionadas con la producción agrícola, forestal, pesquera, ganadera y acuícola que son gestionadas y administradas por una familia y que dependen de la mano de obra familiar.

Por norma general, se entiende que la agricultura familiar tiene una mayor preocupación por conservar de manera adecuada las tierras de cultivo para la próxima generación. Además, genera impactos positivos que van más allá de la producción; como la preservación de la biodiversidad y del patrimonio cultural, el mantenimiento de ecosistemas y paisajes rurales, la vertebración del territorio, etc.

Según datos de la FAO, más del 90% de las explotaciones agrícolas son de carácter familiar y se estima que producen entre el 65 y el 80% de los alimentos del mundo. Aunque resulte paradójico, casi tres cuartas partes de las personas que pasan hambre en el mundo son población campesina que se dedica a producir alimentos. Por eso es importante promover políticas públicas que apoyen a estas familias.

Nuestra apuesta: agricultura familiar y agroecológica

Desde hace más de 20 años, en Enraíza Derechos apoyamos el trabajo de comunidades campesinas en América Latina y en África. Fortalecemos sus capacidades para mejorar la producción local de alimentos y garantizar así su seguridad alimentaria y, además, lo hacemos apostando por la agroecología para ayudarles a conservar sus recursos naturales.

Solo en los últimos 10 años, miles de personas en zonas rurales de Perú, Bolivia, Mozambique y Senegal han mejorado su capacidad de producción de alimentos, su situación nutricional y su generación de ingresos. Si quieres saber más sobre nuestros proyectos, aquí tienes más información 😉

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