El cambio climático constituye una de las mayores preocupaciones a nivel global. Este fenómeno, que se manifiesta en cambios graduales en la temperatura y las precipitaciones medias, supone impactos y costes en la sociedad y en el medioambiente en general y condiciona las posibilidades de vida y desarrollo, no sólo en un futuro remoto, sino también en el transcurso de las generaciones presentes.
Pero no son exclusivamente los costes la vertiente más grave del problema. El cambio climático y sus consecuencias, así como la tensión que genera la lucha por recursos claves para la supervivencia, se convierten en dos potenciales amenazas para la seguridad mundial, mayor incluso que el terrorismo, pues sus consecuencias pueden llevar a millones de personas al riesgo de hambre, sequía y a enfermedades como la malaria, lo que podría poner en serio peligro algunos derechos básicos de la humanidad como el derecho al agua o a la alimentación.