El proyecto promueve el empoderamiento económico y político de las mujeres, así como el ejercicio del derecho a la alimentación de la población periurbana de Dakar en las comunas distritales de Pikine Ouest, Pikine Nord, Malika y Rufisque Ouest (Departamentos de Pikine y Rufisque), a través de la autonomía económica y política de las mujeres productoras, transformadoras y comercializadoras de alimentos de las zonas. La propuesta se articula en torno a tres ejes de trabajo:

• El fortalecimiento de capacidades técnicas de las mujeres participantes para la mejora de sus actividades económico-productivas: diversificación productiva a través de huertos urbanos agroecológicos, cultivo sostenible de niebé (alubia local de alto valor nutritivo), transformación de productos locales y creación de emprendimientos de venta en la calle de comida que tenga como insumo alimentos tradicionales de alto valor nutritivo producidos local y sosteniblemente, y preparada de manera segura.
• El fortalecimiento de las organizaciones y tejido económico productivo de mujeres a través de la creación de una cadena de valor que conecte a las mujeres productoras, transformadoras y comercializadoras (restauradoras). Se conforma asimismo una plataforma ad hoc para fortalecer capacidades de gestión de las actividades económico productivas, favorecer el intercambio y la articulación de las integrantes de los distintos eslabones, y defender colectivamente sus intereses y demandas ante autoridades públicas.
• La capacitación de las mujeres participantes en liderazgo, derechos humanos, igualdad de género y mecanismos de participación política, generando mayor autoconciencia como sujeto de derechos y habilidades para la elaboración y defensa –negociación con autoridades- de propuestas que elevar a políticas públicas locales relacionadas con la seguridad alimentaria y los derechos de las mujeres.

El área de cobertura, en el que prevalece el sector informal, se caracteriza por ser particularmente vulnerable a la pobreza urbana, al desempleo, a la inseguridad alimentaria y a las desigualdades de género. A pesar de tener un papel esencial en la economía local y en la seguridad alimentaria de toda la población, las mujeres cuentan con menos ingresos que los hombres, sufren niveles de desnutrición más elevados y su participación política es marginal.