Son ya miles las familias afectadas por la fuerte sequía y por la falta de lluvias en Bolivia, situación que ha puesto en riesgo el acceso al agua y el abastecimiento de alimentos, donde la producción agrícola se pierde, el ganado muere y la inseguridad alimentaria es cada vez mayor.
Para encarar las crisis hídrica y ambiental, que se han agravado por el cambio climático, las comunidades están trabajando en la siembra y cosecha de agua emprendiendo proyectos de reforestación, recuperando los acuíferos subterráneos y construyendo infraestructuras de acopio y almacenamiento de agua.
La pasada semana las mujeres y los hombres de la comunidad de Mojón, en el municipio de Pocona, realizaron la ch’alla para inaugurar 11 microsistemas de riego por aspersión familiares y multifamiliares que les permitirán sembrar y cosechar papa y maíz, como un acto de reciprocidad, en el marco del proyecto financiado por Ayuntamiento de Córdoba.
La ch'alla es una práctica aymara que consiste en humedecer el suelo para el que se busca protección con bebidas de carácter ritual. Así, se invita al primer sorbo de la bebida a la Pachamama, y se pide fortuna para el emprendimiento, así como permiso para continuar obteniendo beneficios. Esta invitación se realiza echando un chorro de la bebida al suelo, que representa a la Pachamama, como gesto de reciprocidad, de retribución y gratitud hacia la Madre Tierra.
En estos días en que tanto se habla del cambio climático y de las medidas que debemos poner en marcha de manera urgente, desde esta comunidad andina nos recuerdan la necesidad de pagar, de cuidar a la “Madre Tierra” o la “Madre del Mundo”, la Pachamama.