El objetivo de conseguir el “hambre cero” no es algo nuevo. Hace más de 60 años que la comunidad internacional, a través de compromisos hechos en la ONU, se propuso acabar con el hambre. Sin embargo, los avances han sido muy limitados y, en muchos momentos, incluso ha habido retrocesos. En este post te vamos a explicar qué es el ODS 2 Hambre Cero, cuáles son sus objetivos y cómo podemos conseguirlos.
Situación actual del hambre en el mundo
Según el último informe de Naciones Unidas, en la actualidad hay más de 800 millones de seres humanos en situación de hambre. Esto significa que, de manera continuada, su alimentación no les aporta toda la energía (calorías) que su cuerpo necesita para funcionar y desarrollarse de manera adecuada.
Además del hambre, también existen otros problemas serios de malnutrición:
- Se estima que unos 2.000 millones de personas sufren hambre oculta, es decir, que su alimentación no les aporta las vitaminas y minerales que el organismo necesita para realizar determinadas funciones y gozar de buena salud.
- A su vez, más de 2.200 millones de personas están afectadas por sobrepeso u obesidad. Un problema que crece rápidamente en todo tipo de países y que puede provocar problemas de salud como hipertensión, diabetes tipo 2, etc.
¿Qué es el “hambre cero”?
En 2015 fue aprobada por las Naciones Unidas la Agenda 2030. Un plan de trabajo a 15 años donde se marcaban 17 objetivos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para conseguir un desarrollo económico y social para todas las personas del planeta. Dentro de esta agenda, la lucha contra el hambre ocupa un lugar relevante.
El ODS 2 es conocido como “Objetivo Hambre Cero”. Este ODS tiene como propósito “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”, es decir, garantizar que todas las personas tengan acceso a suficientes alimentos nutritivos y de calidad.
Metas del ODS 2
El objetivo del “Hambre Cero” tiene varias metas que nos permiten ver qué se quiere conseguir y cómo hacerlo:
- Acabar con el hambre y asegurar el acceso a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año, de manera estable.
- Poner fin a todas las formas de malnutrición, especialmente a los problemas nutricionales de los niños y niñas menores de 5 años.
- Duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los pequeños productores mediante un acceso seguro y equitativo a las tierras, recursos y materiales de producción y a los conocimientos, servicios financieros, mercados y las oportunidades para añadir valor y obtener empleos no agrícolas.
- Impulsar una transición hacia sistemas agroalimentarios sostenibles, en los que, al mismo tiempo que se aumenta la productividad y la producción, se contribuya al mantenimiento de los ecosistemas, se fortalezca la capacidad de adaptación al cambio climático y se mejore la calidad de la tierra y el suelo.
- Mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas y los animales. Esta biodiversidad es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria, pero se está perdiendo de forma acelerada.
- Aumentar las inversiones en infraestructura rural, investigación, servicios de extensión agrícola, etc. con el objetivo de mejorar la producción agropecuaria en países en desarrollo.
- Para evitar problemas de especulación financiera y de volatilidad de precios, se propone prevenir y corregir las restricciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales para así asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos alimentarios básicos.
¿Qué podemos hacer para luchar contra el hambre?
Acabar con el hambre no es tarea fácil por la complejidad del sistema alimentario y por la cantidad de actores involucrados, pero todos podemos contribuir con el ODS 2 hambre cero con algunas acciones sencillas:
- Conciénciate del problema: busca y difunde información sobre el hambre y el sistema alimentario. Pregúntate de dónde vienen nuestros alimentos y los impactos sociales y ambientales que se generan a lo largo de toda la cadena.
- Reduce el desperdicio de alimentos: planifica tus comidas para no comprar de más y evitar que los alimentos se echen a perder. En la web de nuestro proyecto Yonodesperdicio tienes multitud de consejos.
- Consume alimentos locales y orgánicos: al comprar productos de cercanía apoyas a los agricultores de tu zona y fomentas una producción alimentaria sostenible. Además, ayudas a reducir las emisiones derivadas del transporte.
- Participa en política: ten en cuenta los problemas que ocasionan el hambre y exige propuestas que tengan como objetivo provocar un cambio del sistema alimentario en la buena dirección.
- Colabora con organizaciones benéficas: haz voluntariado o colabora económicamente con bancos de alimentos u ONG para ayudar a estas organizaciones a multiplicar su impacto con estas causas.
¿Qué hacemos desde Enraíza Derechos por el ODS 2?
Desde hace casi 40 años, en Enraíza Derechos trabajamos en varios países de América Latina y África. Allí apoyamos el trabajo de comunidades rurales para que puedan salir por sí mismas de los problemas del hambre y la inseguridad alimentaria. Siempre lo hacemos de la mano de organizaciones locales, como asociaciones campesinas y de mujeres, para que ellas sean las protagonistas de su propio desarrollo.
Conclusiones
El ODS 2 “Hambre Cero” busca erradicar el hambre y garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos y seguros. Para lograrlo se han establecido diferentes metas como llevar a cero el número de personas que sufren hambre, apoyar a los pequeños agricultores o transitar hacia un sistema agroalimentario sostenible. Aunque es un problema muy complejo, cada uno de nosotros puede contribuir a este objetivo realizando acciones simples como reducir el desperdicio alimentario, consumir productos locales y ecológicos y colaborar con organizaciones de desarrollo. Entre todos podemos lograr un futuro más justo y sostenible y hacer que el derecho a la alimentación se cumpla en todo el mundo.