Martin Frick by CGIAR Climate_CC BY-NC-SA 2.0
Entrevista a Martin Frick, Enviado Especial Adjunto del Secretario General de la ONU para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021
En una entrevista difundida por la FAO, el Dr. Frick comenta algunos aspectos destacados de la preparación y celebración de la Cumbre de sistemas alimentarios que, en su opinión, constituye una oportunidad de equilibrar los derechos e intereses individuales y colectivos con las agendas políticas de los Estados.
Entiende que los modelos actuales de producción y consumo están reforzando las desigualdades sistémicas, especialmente entre las poblaciones más marginadas, y creando asimetría de poder entre los actores del sistema alimentario en detrimento de las mujeres, los pequeños agricultores, los campesinos, los pescadores y los pueblos indígenas. Frente a ello, señala que aprovechar los derechos humanos como un marco holístico y unificado puede permitirnos revertir el rumbo y lograr sistemas alimentarios más sostenibles, saludables e inclusivos a medida que avanzamos hacia un estado global de recuperación y resiliencia.
“Es un momento crucial en la historia para cambiar la forma en que nos conectamos a través de los sistemas alimentarios”
Dr. Martin Frick
Es especialmente interesante su constatación de que, en el contexto complicado y lleno de matices que enfrentamos, hay cada vez más consenso en torno a que los alimentos son más que un producto básico, en realidad son un derecho humano. Los derechos humanos ofrecen un marco unificador y conceptual para la transformación del sistema alimentario al establecer un conjunto de principios y normas fundamentales que dan cuenta de todo el sistema. La sociedad civil está liderando esta ampliación, promoviendo el argumento de que la alimentación es un derecho inalienable y universal que se debe individual y colectivamente a todas las personas, de conformidad con las leyes de derechos humanos.
Señala también en la entrevista que necesitamos más innovación para lograr la transformación prevista de los sistemas alimentarios y mejorar hacia el cumplimiento de los ODS. Pero precisa que no todo lo innovador tiene que ser nuevo; de hecho, hay mucho que aprender de los pueblos indígenas de todo el mundo. Ellos, de manera tradicional, han protegido, para todos, el 80% de la biodiversidad. Esto es precioso, necesita ser honrado y reproducido. Además, la innovación también es encontrar formas de cooperar mejor, cómo encontramos sistemas de gobernanza más inclusivos y cómo superamos colectivamente nuestros silos. Los efectos futuros de la innovación pueden ser positivos, pero no ofrecen una "solución rápida" a los problemas estructurales que tienen sus raíces en la desigualdad y la opresión histórica y del sistema. La innovación por sí sola no ha podido resolver el hambre mundial ni prevenir la pérdida de biodiversidad.
Opina que los compromisos nacionales y las asociaciones de múltiples partes interesadas que surjan de la Cumbre en forma de coaliciones brindarán una oportunidad para el pensamiento restaurativo en torno a la innovación, que se basa en los principios de derechos humanos de participación, transparencia, igualdad y no discriminación.
El Dr. Frick considera que los gobiernos y otros actores políticos y sociales deben comenzar a formar compromisos y alianzas relevantes que se basen en principios de derechos humanos y que promuevan la disponibilidad, adecuación y accesibilidad de los alimentos para la generación actual, sin discriminación y sin comprometer este derecho para las generaciones futuras.