Futuro en Común presentó este pasado 12 de julio el documento “Una Agenda 2030 transformadora para las personas y el planeta: propuestas para la acción política”, que constituye un informe alternativo al que nuestro Gobierno presentará el 18 de julio en Nueva York en el Foro Político de Alto Nivel en Nueva York, para dar cuenta ante las Naciones Unidas del grado de avance en la implementación de la Agenda 2030.
Este informe alternativo plantea un diagnóstico multisectorial de las principales problemáticas de nuestro país, así como una serie de recomendaciones para posicionar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en el centro de la acción política en España. Para Futuro en Común hay cuatro grandes desafíos y el primero de ellos es elaborar una Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible 2020-2030, que según ha confirmado el secretario de Estado de Cooperación, Juan Pablo de Laiglesia, estará lista para 2019.
El segundo de los desafíos es no dejar a nadie atrás.
En el año 2016, España era el cuarto país más desigual de Europa (según datos de Eurostat) y en 2017 más de 12 millones de personas en España seguían en situación de riesgo de pobreza y exclusión, un 26,6% de la población; tres puntos más que en 2008. Un mantra muy repetido en los últimos años ha sido que para superar la crisis era necesario generar empleo, pero no basta con ello. De estos 12 millones de personas, el 30% está empleado, pero los salarios y las condiciones laborales no les permiten vivir con dignidad, especialmente los jóvenes y las mujeres.
Una de las propuestas de Futuro en Común es crear un sistema de garantía de ingresos mínimos y una prestación universal por niño a cargo, que no están contempladas explícitamente en el informe oficial. Otras políticas públicas claves serían una educación de calidad, sanidad universal y derecho real a una vivienda digna. En cuanto a la exclusión sanitaria de inmigrantes irregulares desde 2012, será revertida durante este verano, si se cumple el anuncio realizado por el Gobierno a mediados de junio.
Respetar el planeta que habitamos es otro desafío importante.
El informe de Futuro en Común describe cuatro bloques: el cambio climático y el modelo energético, la pérdida de biodiversidad, el mal uso del agua, y la producción y consumo de alimentos. Varios objetivos de la Agenda 2030 están relacionados con estos asuntos y España debe ponerse manos a la obra porque las emisiones de CO2 fueron en 2017, 17,9% más altas que en 1990, los suelos agrarios están bastante degradados y el estrés hídrico aumentará por el impacto del cambio climático. Además, España es el séptimo país de la UE que más alimentos desperdicia.
Vidas libres de violencias en una democracia inclusiva.
En los últimos 15 años (2003-2018), 937 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. La meta 5.2 de la Agenda 2030 es concreta: hay que eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres. También el objetivo 16 —promover sociedades pacíficas— llama a eliminar todas las formas de violencia, así como "garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales".
Para conseguir cumplir con lo comprometido, Futuro en Común sugiere, como primera medida, reformar la Ley Integral contra la Violencia de Género y "adecuarla al Convenio de Estambul". Este acuerdo, que España ratificó en 2014, considera violencia contra la mujer la que implique daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica. El Pacto de Estado para acabar con esta lacra que España selló en 2017 también, pero desde su aprobación ha carecido prácticamente de presupuesto para su implementación.
Otra propuesta importante es la derogación de la ley de Protección de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, porque "supone una amenaza al ejercicio de la libertad de la reunión pacífica, expresión e información". Este no es uno de los cambios que se avanzan en el Plan de Acción para la Agenda 2030 oficial.
En cuanto a la política pública de cooperación, Futuro en Común pide que se aumente el volumen de Ayuda Oficial al Desarrollo, que desde 2012 ha estado por debajo del 0,2% del PIB frente a la media del 0,49% de los 20 países de la UE miembros de la OCDE. Todos los grupos políticos se han comprometido a alcanzar el 0,4% en 2020. Pero debe ser, además, una ayuda de calidad: "su uso instrumental para contribuir a objetivos de seguridad y control migratorio (...) pervierte su fin esencial: luchar contra la desigualdad y la pobreza".
Como destacaba Cristina Monge en la presentación del informe, estos 17 ODS componen una malla totalmente interdependiente. Para que la Agenda 2030 se convierta en realidad, es necesario que los gobiernos hagan un ejercicio de innovación política: el desarrollo sostenible solo es posible si paliamos el cambio climático y la pobreza.
Durante la presentación participaron personas y activistas que dieron su testimonio de lo que supone vivir en situación de pobreza, o siendo víctima de violencia machista, que ven en la Agenda 2030 una posibilidad de mejorar las oportunidades para vivir una vida digna.