Frente a los modelos de producción, distribución y consumo que condenan a 2.300 millones de personas a la inseguridad alimentaria y destruyen el clima y la biodiversidad, tenemos la oportunidad de construir alternativas viables y deseables: sistemas alimentarios que regeneren los territorios y sanen la relación de las personas con los mismos, mejoren las condiciones de vida de quienes producen y garanticen el derecho a una alimentación adecuada para todas las personas.

Un futuro más sostenible y rentable que ya es presente

Son muchas las experiencias, a lo largo y ancho de nuestro planeta que demuestran que otra manera de alimentarnos es posible: más justa, más saludable y sostenible y, al mismo tiempo, rentable para las personas que se dedican al campo.

Como el ya famoso proyecto de la meseta de Loess en China, apoyado por el Banco Mundial, que ha pasado de ser una inmensa zona árida a un ecosistema verde que ha reducido los niveles de pobreza de sus habitantes, duplicando incluso sus ingresos.

Como señala el divulgador Javier Peña, creador del canal Hope! “el proyecto DrawDown Project de Paul Hawken ha documentado 100 soluciones que ya existen y son viables, técnica y económicamente. Actualmente, en el sureste español, se ha aprobado un proyecto parecido al de la meseta de Loess, porque tiene características geográficas parecidas y se quiere implementar lo mismo”. 

Un sistema alimentario que alimenta crisis

Nuestros sistemas alimentarios están profundamente interconectados con los grandes problemas de nuestro tiempo: el hambre y la malnutrición, pero también el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las migraciones forzadas, la pérdida de biodiversidad, la desigualdad y los conflictos.

Transformar nuestro modelo de producción, distribución y consumo de alimentos, para hacerlos más justos y sostenibles, tendría un gran impacto positivo en todos ellos. 

Se podría reducir sensiblemente el 40% de gases de efecto invernadero que la FAO atribuye a los sistemas alimentarios; frenar la pérdida de biodiversidad, ya que la extensión de frontera agrícola (esa línea visible en tantos lugares del mundo que separa tierras llenas de bosques, vegetación y vida, de eriales prácticamente inertes) es en buena medida causante de ella; y reducir la sobreexplotación de recursos naturales preciados y escasos, como el agua dulce: el 80% se usa para la producción de alimentos. 

Y, aunque a menudo se pone el acento en la producción o en las personas consumidoras a la hora de buscar soluciones, la industria alimentaria y las grandes cadenas de distribución son actores decisivos: influyen en qué se produce, cómo se comercializa y qué llega a nuestras mesas. Concentran un enorme poder, potenciando modelos de producción intensivos, dañinos para el planeta, impidiendo que ganen protagonismo las pequeñas y medianas producciones y condicionando los precios, tanto para las personas agricultoras como para quienes consumen.

El campo: abandonado y desprotegido

También en Europa y en nuestro país el malestar rural crece. El sector primario denuncia una situación crítica por los bajos precios, el aumento de los costes de producción, la inestabilidad de los mercados o la burocracia excesiva.

Las protestas del campo en 2024, las llamadas tractoradas, evidenciaron una realidad incómoda: la transición ecológica no puede hacerse a espaldas de quienes trabajan la tierra. Defender las demandas legítimas del campo y, al mismo tiempo, avanzar hacia la sostenibilidad requiere diálogo, políticas valientes y una visión compartida del futuro.

A pesar de que más del 80 % de la población española reconoce la existencia del cambio climático, crece la desconfianza, especialmente entre la juventud de 18 a 30 años, que han pasado de creer con total seguridad en el cambio climático, en un 90% en 2023, a un 76% en 2025. Desconfianza que crece también entre la juventud rural, precisamente la que está llamada a asumir un relevo generacional, plagado de incertidumbres.

La voz de la juventud rural

Por eso, Enraíza Derechos está apostando por la construcción de un futuro alimentario sostenible con y desde la juventud, dando voz a las nuevas generaciones que van a dedicarse al campo. A través de una serie de encuentros donde dialogan y reflexionan sobre el futuro de la alimentación y la forma de producir y distribuir alimentos, en los que también participan iniciativas exitosas de producción sostenible, recopilamos sus demandas y propuestas que más tarde será recogidas por estudiantes de comunicación, quienes les darán forma y los divulgarán a un público joven a través de redes sociales.

Jóvenes como Carmen, estudiante del grado técnico superior en ganadería en el centro de formación profesional Galileo Galilei de Córdoba, que nos contaba que “casi no hay jóvenes que se dediquen al campo porque no se les transmite la ilusión por el campo. Creemos que es un trabajo sucio y no es así, es un trabajo que te permite vivir, tener tus propios cultivos y crecer también como persona”.

La buena noticia es que hay esperanza, existen alternativas. En todas las regiones del mundo, miles de personas están impulsando nuevas formas de producir, distribuir y consumir alimentos.

Desde cooperativas agroecológicas y mercados locales, hasta redes de mujeres rurales, comedores escolares sostenibles o innovaciones que combinan conocimiento tradicional y ciencia.El futuro de la alimentación no está escrito, pero sabemos que solo será posible si cuidamos la vida, si cuidamos la raíz.

Defender la alimentación es defender la memoria y el conocimiento de quienes nos han precedido. La alimentación es un derecho y también un legado que debemos proteger. Porque sin campo no hay alimentos y sin naturaleza no hay futuro.

Imagen de vgajic para Getty Images en Canva

Scroll al inicio
Logo Enraíza Derechos Humanos
Resumen de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuaria/o posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestro web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de este sitio web encuentras más interesantes y útiles.