Día mundial del saneamiento

El día 19 de noviembre desde Naciones Unidas nos invitan a considerar la importancia del acceso a saneamiento que, junto con el acceso al agua, ha sido reconocido como derecho humano. Actualmente, 2.400 millones de personas no tienen acceso a saneamiento y casi mil millones de personas defecan al aire libre.

Según UNICEF, los logros alcanzados en saneamiento se han visto entorpecidos por el recorte en inversiones en el sector que afectan no solo a la construcción de infraestructuras sino a la falta de campañas de sensibilización para fomentar el uso de los servicios de saneamiento, siendo las zonas rurales las más desatendidas.

La realización del derecho humano al saneamiento se traduce en una sociedad sana y en la mejora medioambiental. Desde el grupo sectorial agua de la Coordinadora de ONG de Desarrollo-España, del que forma parte Prosalus, compartimos el COMUNICADO en el que se toma en consideración la importancia del acceso al saneamiento.

 

 

COMUNICADO "SANEAMIENTO, HIGIENE Y NUTRICIÓN"

El acceso a saneamiento y las buenas prácticas higiénicas mejoran los niveles de nutrición.

En el día mundial del saneamiento, este año desde las Naciones Unidas se nos recuerda que el acceso a saneamiento y la higiene mejoran el nivel nutricional, especialmente de las mujeres y de la población infantil. La razón la encontramos en el hecho de que, a diario, mueren casi 1.000 niños y niñas a causa de la diarrea y de las enfermedades intestinales relacionadas con la falta de saneamiento e higiene. Actualmente, 2.400 millones de personas no tienen acceso a saneamiento básico.

La población infantil afectada por la diarrea come menos y absorbe menos nutrientes, lo que se traduce en malnutrición. Las mujeres embarazadas malnutridas tienen hijos con bajo peso al nacer lo cual repercute en la salud de las propias mujeres y de los recién nacidos, manifestándose en su desarrollo físico y mental. Saneamiento, higiene y nutrición se encuentran estrechamente relacionados y es importante sensibilizar a las personas acerca de las ventajas del saneamiento y la higiene así como de las desventajas de la defecación al aire libre. Igualmente importante resulta el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones locales, regionales y nacionales para lograr el acceso al saneamiento, del mismo modo que fomentar tecnologías y metodologías de trabajo adaptadas a los colectivos y contextos vulnerables, especialmente en el ámbito rural.

El acceso al saneamiento es un derecho humano clave para la vida, la salud, la nutrición y el desarrollo humano, así como un componente necesario para asegurar la sostenibilidad medioambiental. En la Agenda 2030, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el pasado mes de septiembre, se incluyen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el objetivo 6 establece para 2030 lograr el acceso equitativo a saneamiento e higiene para todas las personas, así como acabar con la defecación al aire libre que siguen practicando más mil millones de personas, lo que se traduce en altas tasas de contaminación medioambiental en muchas regiones del planeta. Asimismo, en el objetivo 6 se señala la necesidad de prestar especial atención a las mujeres, las niñas y las personas más vulnerables. Como derecho humano, el acceso a saneamiento no debe evaluarse solamente por los progresos realizados en la cobertura, sino también a través de otros elementos como la asequibilidad, la sostenibilidad, la participación de las personas beneficiarias, así como la calidad del acceso y servicio, elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de priorizar actuaciones concretas como la construcción de infraestructuras o la provisión de servicios.

Conviene destacar el hecho de que el saneamiento supone una inversión de alto rendimiento económico. En los países en desarrollo, por lo general, produce unos 9 dólares de beneficio por cada dólar invertido. En términos de costos en el sector salud, en África subsahariana, por ejemplo, la mitad de las camas están ocupadas por personas afectadas por enfermedades de contagio fecal, el tratamiento para evitar las diarreas infecciosas consume el 12% del presupuesto total destinado a salud. Desde la citada agencia se señala que el saneamiento y la higiene están entre las intervenciones de salud pública más rentables y la promoción de la higiene es, generalmente, la de mayor costo-eficacia.

En el día de hoy, siendo el acceso universal a saneamiento todavía un objetivo pendiente, las ONGD firmantes de este comunicado recordamos que la falta de acceso a saneamiento es una de las principales causas de desigualdad así como un grave impedimento para el reconocimiento de la dignidad humana y que, como derecho humano reconocido, debe ser respetado, protegido y garantizado por los Estados.

 

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