Somos Macarena y Fátima, y a través de este breve artículo queremos contaros nuestra experiencia en nuestro primer (y seguramente no último) viaje solidario de la mano de la ONG PROSALUS. Siempre nos ha gustado viajar, descubrir lugares y conocer la cultura y costumbres de su gente pero este viaje a Senegal ha significado mucho más. Un viaje de cooperación es agregar profundidad y significado a tu viaje, es involucrarse con la cultura local e interactuar con los demás de tal forma que llegas a sentirte parte de ellos. Está experiencia que hemos tenido la suerte de vivir en la Comunidad de Faoye, situada en la región Fatick, en el delta de los ríos Sine-Saloum, al sur de Dakar, realmente ha marcado una diferencia en nosotras y no queremos dejar pasar la oportunidad de compartirla.
Lo primero, GRACIAS. Este viaje ha sido posible gracias al programa de Responsabilidad Social Corporativa de Informa Consulting (empresa donde trabajamos) y de la maravillosa organización PROSALUS que junto con la colaboración de Campamentos Solidarios nos han ofrecido la mejor compañía y mayor seguridad, información y confianza posible durante los 5 días que ha durado nuestra estancia en Senegal.
A lo largo de nuestra estancia hemos tenido la ocasión de hablar con las autoridades locales, organizaciones y sus habitantes, y de ver con nuestros propios ojos los problemas del día a día y las necesidades más básicas que sufre esta comunidad. Es duro ver el contraste entre su mundo y el nuestro. Recibes un choque frontal con la realidad que viven y, a la vez, te alucina la alegría que trasmiten y la afectividad con la que te tratan; y solo puedes sobrecogerte.
Durante estos cinco días, hemos visto en primera persona todos los proyectos que desde hace años lleva realizando PROSALUS en esta región y nos ha permitido ver el impacto tan positivo y directo que tiene en el día a día de la gente de la comunidad. Algunos de los proyectos que visitamos fueron la construcción de una panadería y la formación a las mujeres del pueblo para que por una parte hagan el pan y por otra puedan llevar la gestión de la cooperativa y de la tienda; la construcción de un aula nueva para la escuela; la compra de un molino para la producción de cacahuete (alimento básico en la dieta senegalesa); la compra de redes y chalecos salvavidas para los pescadores de la zona y la construcción de un pequeño puente que permite comunicar una aldea absolutamente aislada por las aguas del delta.
El proyecto que hemos tenido el placer de conocer, a través de Informa Consulting y Prosalus, ha consistido en la rehabilitación de un dique anti-sal y la construcción de uno nuevo en una zona desprotegida de las tierras de la comunidad donde la subida de las mareas está provocando una salinización de las tierras y una disminución cada vez mayor de las posibilidades de mantener sus cultivos. Hemos podido ver in situ la finalización con éxito de la construcción y reparación de los muros de contención así como el inicio de la reforestación, estando pendiente de realizar la siembra del arroz en la próxima temporada de lluvia en el mes de julio de 2019. Es muy gratificante ver el resultado en vivo de un proyecto con el que se colabora y la ilusión de la gente del poblado explicándote todas las fases del mismo y las consecuencias que va a suponer en la agricultura, en la alimentación y en la economía de las familias del poblado.
Tuvimos también la suerte de poder realizar excursiones turísticas a los principales atractivos de la zona como una ruta por los manglares en piragua, visita a la Isla de Gorée y a la ciudad de Dakar. Además, queremos destacar dos de los momentos más mágicos de viaje; el primero fue la segunda noche en el poblado cuando las mujeres del pueblo se acercaron a nuestro campamento a bailar y cantar con nosotras y el segundo tuvo lugar la última noche cuando el pueblo organizó junto con otras comunidades un espectáculo de lucha Senegalesa.
Por último, simplemente decir que esta experiencia ha sido inolvidable y muy enriquecedora y esperamos que este sincero relato sirva para animar a todos a colaborar con organizaciones como Prosalus cuya calidad humana y profesional es excepcional, o a participar en viajes de turismo solidario, viviendo los lugares de una forma completamente diferente. Muchas gracias también a nuestras compañeras de viaje, Ximena y Ana, miembros de PROSALUS que han hecho que nuestra estancia fuese más agradable, a José María Medina, Director de Prosalus, por habernos brindado esta oportunidad y haber organizado el viaje y a nuestro guía senegalés Mustapha Ndaw por todo su apoyo y por la sabiduría que nos ha transmitido.
Macarena López y Fátima Parada