
El 8 de septiembre se celebra el Día de las personas cooperantes. Desde la Coordinadora de organizaciones para el desarrollo, de la cual formamos parte, hacemos un llamamiento a fortalecer una política pública determinante en un momento en el que, a causa de la pandemia, millones de personas han visto empeorar sus extremas condiciones de vida.
Las consecuencias de la pandemia están golpeando duramente a países que ya enfrentaban graves problemas económicos, medioambientales, sanitarios o educativos. En otros casos, la emergencia sanitaria está siendo utilizada como excusa para expoliar los territorios, endurecer leyes contra la libertad de expresión ciudadana, perseguir a defensores y defensoras de derechos humanos o recortar derechos humanos esenciales. En estos contextos, la cooperación es esencial para apoyar a la sociedad civil local, promover la garantía de los derechos humanos y sostener condiciones básicas de vida.