Hoy se ha publicado el informe “El Estado de la Seguridad Alimentaria y la nutrición 2023”. Este informe hace un seguimiento de los progresos relacionados con la erradicación del hambre y la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición y analiza los desafíos a los que nos enfrentamos para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta publicación anual está realizada por la FAO, el FIDA, la OMS, el PMA y UNICEF y está dirigida a las personas responsables de las políticas, organizaciones internacionales, instituciones académicas y el público general.
El hambre en 2022
Después de varios años de incremento de las cifras del hambre (por el impacto de la pandemia, la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de los alimentos, los insumos agrícolas y la energía, etc.) las nuevas estimaciones indican que el hambre ya no está aumentando a nivel mundial, pero sigue estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19 y muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2.
El hambre en el mundo, medida por la prevalencia de la subalimentación (indicador 2.1.1 de los ODS) se mantuvo prácticamente sin variaciones de 2021 a 2022, pero sigue estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia de la COVID-19. En 2022 afectó a alrededor del 9,2 % de la población mundial (entre 691 a 783 millones de personas) frente al 7,9% registrado en 2019. Se estima que el año pasado padecieron hambre 122 millones de personas más que antes de la pandemia.
La relativa ausencia de variaciones en el hambre a nivel mundial de 2021 a 2022 oculta diferencias importantes según la región. Se han logrado progresos en la mayoría de las regiones de América Latina y Asia, pero el hambre sigue aumentando en Asia occidental, el Caribe y todas las subregiones de África. En América Latina y el Caribe padece hambre el 6,5% de la población, en Oceanía el 7%, en Asia el 8,5%. En África esta cifra se sitúa en el 20%.
Seguridad alimentaria
Otro indicador a destacar es el de la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave a nivel mundial (indicador 2.1.2 de los ODS). Por segundo año consecutivo, se mantuvo sin variaciones, pero siguió estando muy por encima del nivel anterior a la pandemia. Alrededor del 29,6 % de la población mundial (2.400 millones de personas) padecía inseguridad alimentaria moderada o grave en 2022; es decir, 391 millones de personas más que antes de la pandemia.
Además, el informe explica que la inseguridad alimentaria afecta de forma desproporcionada a las mujeres y a los habitantes de las zonas rurales. El año pasado, la inseguridad alimentaria moderada o grave afectó al 33,3 % de los adultos que vivían en zonas rurales, frente al 28,8 % de los que vivían en zonas periurbanas y el 26,0 % de los que vivían en zonas urbanas. El 27,8% de las mujeres adultas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave, un 2,4% más que los hombres.
No todas las personas pueden comer sano
El coste de una dieta saludable aumentó en todo el mundo un 4,3 % en 2021 en comparación con 2020, y un 6,7 % en comparación con los niveles anteriores a la pandemia. Este incremento de los precios afectó de manera más acusada a los países de ingresos medianos bajos que a los de ingresos altos. En 2021, el costo medio de una dieta saludable en todo el mundo era de 3,66 dólares a paridad de poder adquisitivo (PPA) por persona y día. El costo era más elevado en América Latina y el Caribe (4,08 dólares PPA) que en Asia (3,90 dólares PPA), África (3,57 dólares PPA), América septentrional y Europa (3,22 dólares PPA) y Oceanía (3,20 dólares PPA).
En el mundo, más de 3.100 millones de personas (42 %) no podían permitirse una dieta saludable en 2021, lo que representa un aumento de 134 millones de personas en comparación con las cifras anteriores de la pandemia. En África el 78% de la población no puede permitirse una dieta saludable.
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